lunes, 16 de diciembre de 2013

Izal - Magia & Efectos Especiales (2012)

Disculpen mi hipsterismo. Pero bueno, como esto es lo que me ha dado por escuchar últimamente, pues tengo algo más de material para justificar mis filias y fobias.

Magia & Efectos Especiales
1- Prueba y error
2- Magia & efectos especiales
3- Conclusión en Do para ukelele
4- Extraño regalo
5- 28 horas
6- Qué bien
7- La mujer de verde
8- Tu continente
9- A nuestros rincones
10- Ajam
11- Sueños lentos, aviones veloces

Conocí a Izal de rebote, sin muchas expectativas, vía 'amigas motivadas por conciertazo en la Plaza del Trigo'. Lo gracioso es que los adoré inmediatamente y pasé a arrepentirme mucho, MUCHO de haber pensado que hacía mucho calor para ver a un grupo que aún no conocía.

Pero por suerte me pude resarcir el mes pasado en el Intro Music Festival y me espera verlos otra vez en el Sonorama 2014. Dentro de lo que cabe, no tengo que arrancarme los pelos.

En fin, vayamos al disco.

Genial. De principio a fin. Cómo compaginan de bien la caña y la melodía y los cambios de ritmo. ESOS cambios de ritmo. Que hacen imposible cantar las canciones hasta que las has oído ciento y una veces, y a veces ni eso. Que te desconciertan y a la vez atrapan y te hacen adorar a Izal por encima de todas las cosas pese a que les odies cuando vuelves a perderte por enésima vez.

Véase como ejemplo perfecto Prueba y error. Esa manera que tiene de ir acelerándose y volviéndose más y más y más épica. O ese momento del estribillo que suena por instantes a ska dando ganas de moverse en alguna verbena random de pueblo. 
O Magia & efectos especiales y cómo empieza como canción lenta y bonita, para acabar estallando y rompiendo en ese "todos a la mierda, ¡sobre todo tú!" que en directo arrasa con las gargantas de los presentes en ganas de mandar a la mierda a todos esos que alguna vez te han fastidiado en la vida. Who-a.
O Tu continente, canción que extrañamente ignoré hasta el Intro, momento en que me di cuenta de ese estribillo que no sé cómo se me pudo pasar antes y que ahora no me saco de la cabeza.

Algo menos caóticas son Qué bien (que odié por sonarme a Vetusta Morla en un principio, pero que no, que es genial y punto, aunque no la veo tanto como momento cumbre como el resto del mundo) o Conclusión en Do para ukelele (que desprecié por manía hacia los ukeleles de su título hasta que también acabé dándome cuenta de que es preciosa). Y Extraño regalo con esa letra perturbadora a más no poder y ese ritmillo con el que también dan ganas de echar a bailar un rato.

A ver, qué me queda.

Ajam. Tiene solo de guitarra y sólo por eso hay que quererla. Por eso y por la entonación de mala hostia absoluta de Mikel que en un segundo pasa del enfado al "explícamelo, explícame por favor" con toda la tranquilidad del mundo.

La mujer de verde con otra letra curiosísima y que también gana enteros en directo con todo el público coreando.

28 horas. La canción (junto con Desorden del EP) que no les perdonaré saltarse en el Intro. Otro festival de cambios de ritmo, de desarrollo cuasi-mágico y de estribillo gigante. Y el piano es amor puro.

Y bueno, A nuestros rincones y Sueños lentos, aviones veloces son más meh. No están mal, al fin y al cabo son Izal, pero no son para dar al replay constantemente como son el resto.

Supersubmarina - Electroviral (2010)

Empezamos.

Avisé de que estoy en fase de enamoramiento del indie español. Como buena parte de ese enamoramiento tiene su origen en este disco, me parecía bonito empezar por él.

Electroviral
1- Magia electroviral [Intro]
2- Eléctrico
3- Niebla
4- Supersubmarina
5- Ana
6- LN Granada
7- ¡Chas! Y aparezco a tu lado
8- Cientocero
9- XXI
10- Elástica Galáctica
11- Ola de calor
12- Centro de atención
13- Eres

Electroviral mola, simple y llanamente. Porque llegó a mis oídos cuando pensaba que ese indie rock que tanto se estila por mi pueblo de festival modernillo era todo lento, aburrido y recargado (cosa que obviamente ya no pienso, sobre todo gustándome Love of Lesbian) y me abrió los ojos.

Mi primera comparación con Supersubmarina es muy ridícula, lo sé. Me recordaron a mi yo de 2008 motivándose con El Canto del Loco. No digo que se parezcan, pero la sensación de '¡Anda! ¡Castellano y guitarras no son incompatibles!' fue algo así. Después les vi un ligero atisbo de Muse y los amé incondicionalmente.

Empecé encontrando mis primeros hits en Eléctrico (porque el 'como un impulso eléctrico' es épica y motivación, porque ahí encontré ese atisbo de Muse), XXI y Cientocero. Véase, las más cañeras y directas, en cierto modo. De las que dan ganas de alzar el puño con un cabreo de la leche o dedicarse a intentar bailar entre espasmos.

Por esta altura conseguí Realimentación (2011) y Santacruz (2012), me hice con un pequeño repertorio de canciones sabidas y acabé casi por sorpresa en el, para mí, conciertazo que dieron en el Sonorama este verano, declaré mi fanatismo por el grupo y volví a zambullirme en el debut para identificar esas canciones que me percutían en la cabeza.

Ola de calor me empezó a poner ojitos. Otra para bailar espasmódicamente y gritar, ahora a la vez todo. "Vuélvete a reflejarte sobre mí-í-í-í". De hecho, siendo también de las cañeras, lo raro era no haberla encontrado de primeras.  Y no era plan olvidarnos del "Su su su su su..." tan famoso y coreado de la, aún no entiendo por qué, homónima Supersubmarina. Pelín más lenta, pero siendo tan pegadiza se le perdona todo.

Seguía la infección cuando descubrí que me sentía muy idiota por haberme saltado Ana y Niebla. Con ese riff que a mí me sigue sonando raro aunque genial de la primera y el amor infinito hacia cómo entra el estribillo. Y de la segunda, es de esas de las que no sé decir por qué me gusta tanto pero lo hace, con la dosis justa de energía y adorabilidad. Además, tiene una de mis letras favoritas del grupo, con su "piensa que si un día ella no está echarás de menos hasta (...) su mal humor, su estar mejor, su pelo y su vo-o-o-o-o-z" y eso nunca está de más.

Ya el último momento de adicción fue bastante recientemente con Eres, que es bastante curiosa y algo inusual para lo que es el resto del álbum pero que qué diablos, también me encanta.

Del resto, pues ninguna me desagrada, pero me dicen más bien poco. Tengo cariño a Centro de atención por oírla por sorpresa un viernes en un bar, pero ya Elástica Galáctica, LN Granada y la versión de ¡Chas! Y aparezco a tu lado pues no dan gran cosa a mi psique.

En resumen, que adoro Electroviral. Y a Supersubmarina. Y que me quedo sin adjetivos enseguida porque no sé de música, pero me emociono hablando de estas cosas y espero que no sea la última entrada.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Servidor se presenta

Aquí estoy.

Un tío que no tiene idea alguna de música, que no ha tocado un instrumento en su vida y que se perdía leyendo partituras en clave de Sol.

Encima, un proyecto de científico empeñado en racionalizar el Universo allí por donde pasa.

Pero pese a todo me da por abrir un blog para hacer reviews, críticas, reseñas o como queráis llamarlo, de discos y canciones. ¿Coherente, no?

El caso es que llevo siglos con este proyecto pendiente. Y mis proyectos pendientes son muy lentos pero catalizables. Véase, que si alguien cercano me lo recuerda, siento el impulso de ponerlos en práctica.
Y cuando de paso es domingo, parece que todo es mejor que dejar que las últimas horas del fin de semana pasen sin más.

Como estudiante y prisionero de la Química, no prometo actualizar regularmente porque no es que tenga demasiado tiempo del que disponer. Haré lo que pueda, con la poca idea que tengo del tema y con absoluta y total subjetividad. ¿Por qué? Porque la música es la vía de escape que le dejo a mi lado soñador e irracional.

Antes de dar el pistoletazo de salida al lentísimo goteo de entradas que se pueden esperar de mí, claro, habrá que mencionar sobre qué estilos voy a hablar. Claro. Como si fuera tan fácil.

Por suerte o por desgracia, escucho bastante de todo. Véase, que puedo darlo todo oyendo Love Of Lesbian, Skrillex, Dream Theater, Muse, Arch Enemy, Sum 41, Tokio Hotel, Avril Lavigne, My Chemical Romance, Dorian, Green Day, Simple Plan u ochenta millones de cosas incoherentes más. Así que se puede esperar que entre una entrada y otra las similitudes brillen por su ausencia.

(Aunque, como sigo en mi fase de enamoramiento del indie español, la cosa será un poco menos caótica en un principio)